El Tema:
Es la base fundamental sobre la cual trabajan los guionistas, es la arquitectura que soporta todos los cimientos sobre los cuales se construye la historia.
La regularidad del relato:
Es el mensaje que se quiere mandar al niño, lo que se quiere ofrecer. Es la densidad gramática sobre la cual se articulan los otros dispositivos que se presentan a lo largo del capítulo: estructurales, personajes, acontecimientos dramáticos.
La Estructura dramática:
Es la estructura que se le da al episodio. Esta estructura debe ser concreta y contar con una forma orgánica que le permita llegar al clímax o al final del capítulo, logrando involucrar a los niños a medida que pasan los acontecimientos dramáticos. Se tiene que pensar y definir de tal forma que evite que los niños se aburran, se desconecten o apaguen.
Los Personajes:
Se diseñan en función de lo que se quiere contar. Es necesario conocerlos bien, definirlos claramente y de tal manera que sean fáciles de identificar y reconocer por cualquier persona.
La Anécdota:
Son los acontecimientos dramáticos, lo que sucede en el capítulo y lo que el niño o el espectador final va a recordar. La anécdota es lo último que se construye. Si no hay una buena regularidad del relato y un buen tema, la anécdota no es nada. |