Niñas y niños en diferentes lugares de Colombia narran la historia de Margarita, una flor amante del fútbol, su sueño es estar en las grandes ligas, sin embargo, sus amigos no la dejan jugar porque dicen que es una flor muy delicada, hasta que un día en un entrenamiento Margarita no se aguanta las ganas, se mete y hace un golazo de cabeza que deja a todos sorprendidos. Al ver el impresionante talento de Margarita deciden meterla al equipo, el problema es que a sus papás no les gusta que ella juegue futbol y se lo prohíben, por lo que Margarita hace una máscara para poder jugar que la reconozcan; el problema es que es tan buena que todos la admiran pero nadie sabe que es ella. Un día en un importante partido Margarita hace un golazo que emociona a la tribuna y decide quitarse la máscara, todos se admiran de que sea un mujer, menos sus papás que están decepcionados. Margarita es tan buena que se hace muy famosa y entra al equipo de los tiburones, allí gana la copa flores y se convierte en un ejemplo para las niñas del mundo, pero lo único que le faltaba para ser feliz era el apoyo de sus padres. Margarita se decide a hablar con ellos y convencerlos de que la apoyen, ellos al verla tan convencida deciden apoyarla ya que Margarita les demostró que no existen diferencias entre hombres y mujeres cuando algo le gusta mucho a uno.