En este capítulo veremos cómo se celebran las Fiestas Patronales de la Virgen del Carmen en Nuquí, en el departamento de Chocó a través de piezas que muestran: un paraíso chocoano dónde la naturaleza provee el sustento a sus habitantes, rinde tributo a su santa patrona en una colorida fiesta, llena de alborozo, trajes para el bunde y notas de chirimías; un tallador de madera que transforma troncos desechados en extraordinarias figuras para la celebración; niños y niñas del municipio participan en el rescate de la esencia nuquiseña, creando excepcionales repertorios de música y danza tradicional; detalles del fervor expresado con alegría a la Virgen del Carmen por sus habitantes en las fiestas, que son la representación cultural de una población festiva, cordial y devota, llena de contrastes gratos enmarcados por la belleza de la selva y el océano pacifico. SINOPSIS DE LAS PIEZAS. No sólo se baila. Nuquí es un paraíso chocoano donde los días tienen su propio afán y la naturaleza provee el sustento a sus habitantes, otorgado por su gran despensa marítima y por su fértil tierra. Hombres y mujeres afrodescendientes e indígenas conviven en esta parte del pacifico colombiano en armonía con el ambiente. Esta comunidad agradece a su patrona la Virgen del Carmen la protección brindada tanto en el mar como en la selva a través de un tributo anual: las fiestas patronales, donde el colorido de las calles, los vestidos para el bunde y los desfiles desbordados de felicidad, se combinan con las notas musicales de las chirimías para preservar la cultura y el legado folclóricos del municipio. Actores del festival. Pedro es uno de los 2 artesanos nuquiseños que permanecen en el pueblo, no es un hombre de rumba ni muy devoto de los santos. Él se gana la vida vendiendo artesanías al turismo y en las ferias artesanales del país, con su trabajo mantiene a sus 6 hijos y a su mujer. Su familia observa su trabajo silencioso, paciente, tallando maderas de todo tipo. En esta ocasión a Pedro le han encomendado la tarea de tallar un bastón que se llevará en el Bunde del barrio la Unión. Mientras talla el bastón con el rostro de la Virgen, su mujer y sus 6 hijos, gozan las fiestas. Los niños del carnaval. La vida de los niños en Nuquí es tan natural como sus juegos, las piruetas en el río y el sonido de la música que entre notas y danzas matizan la cultura de esta parte del pacifico chocoano. Iris, Cliver, Janet, Elmer y Doris pasan sus días entre la lúdica y el folclor, unos en la chirimía con el profesor Juan Carlos y otros bailando con la bibliotecaria Carmen. Ellos rescatan la esencia de la tierra Nuquiseña, creando un repertorio tradicional de sonidos y coreografías que ponen en escena durante la fiesta patronal de la Virgen del Carmen. Soy carnaval. Las fiestas patronales de la Virgen del Carmen, son para Nuquí lo que para Barranquilla y Río de Janeiro son sus carnavales. Esa es la dimensión que en sus corazones dan los habitantes de la tierra Nuquiseña a la preparación de las fiestas, todos visten sus mejores galas llamadas cachés, vestidos coloridos y brillantes que sirven de distintivo para cada una de las comparsas. Ponen todo el fervor para honrar a su patrona, expresado en la alegría y el bullicio de las comparsas o bundes y en el colorido de los desfiles amenizados por la chirimía y el ritmo de cumbancha, autóctono de la región. Las manifestaciones religiosas se hacen presentes en las procesiones, los alumbramientos y cantos de romances a la virgen. Las fiestas en Nuquí son la representación cultural de una población festiva, cordial y devota, llena de contrastes gratos, enmarcados por la belleza de la selva y del océano Pacifico.