Un director de orquesta, a fuerza de su oficio, aprende a ver y a percibir por la espalda la reacción de un público en una sala de conciertos; además llega a apreciar y diferenciar hasta 50 sonidos simultáneos. Así le ocurre a Dimitriv Manolov, el director de la Orquesta Sinfónica de Colombia; este búlgaro, que se graduó con honores en el Conservatorio Tchaikovski de Moscú y a los 32 años encabezó la primera orquesta de su país, la filarmónica de Sofía, nos ayuda a ver cómo somos los colombianos a través de los sonidos que emitimos.