En enero de 1999, se reunieron en Nabusimake - Sierra de Santa Marta, los líderes espirituales y las autoridades tradicionales de varios pueblos indígenas de América. Su propósito fue insistir en la necesidad de mantener el equilibrio de la Madre Tierra cumpliendo la ley de origen. Los anfitriones de la Sierra, los arhuacos, kogis, kankuamos y wiwas, se reconocen como guardianes de ese equilibrio y asumen este mandato escrito en la ley, no sólo para su beneficio sino también para el de los hermanos menores, como llaman a quienes no son indígenas.