Dos documentalistas reencuentran, por medio de un noticiero en la televisión, a su amigo de adolescencia Camilo Mejía, el primer soldado estadounidense sirviendo en la Guerra de Irak que desertó del ejército, fue declarado desertor por el tribunal militar, y pasó un año en la cárcel. “¿Por qué estamos aquí? ¿Tenemos derecho a hacerlo? ¿Estamos, por lo menos, protegiéndonos?” El documental costarricense “Querido Camilo” encuentra en Mejía, a un activista anti-guerra viviendo en Miami, que reflexiona sobre la experiencia de la guerra.