Los flyers, son una familia díptera promedio, integrada por el papá Booty: mosco ingenioso y noble, que no le tiene miedo al fracaso y su bandera principal es el optimismo. Mamá Lucy: amorosa ama de casa obsesionada con las bacterias y con mantener siempre limpio el lugar. La hija Mirna: mosquita adoptada caprichosa y adicta a las redes sociales. Y el hijo Zio: una mosca que aunque ya no puede volar, es famoso por haber sido el primer “Mosconauta” en ir a la luna. Flymily ocurre en el sucio universo de los desperdicios humanos. En este lugar encontramos a Ciudad Moscardia, un basurero municipal, una Manhattan de retazos de basura, una gran sociedad hecha de suciedad, que nos recuerda lo irresponsables que somos con el planeta tierra. En la ciudad Moscardia coexisten todo tipo de moscas: las que no se deciden cuál es la mejor crema depilatoria para sus patas; las adictas a los video juegos y a la internet; las fanáticas a las televentas; las que sueñan con ser protagonistas de un reality; las que odian la escuela; las que siempre “están moscas” en clase; e incluso las que dejan su imaginación volar. También viven en Moscardia moscas carnívoras, vegetarianas, las que chupan sangre, las adictas al chocolate, las que ven en cada plato de sopa un exquisito jacuzzi y hasta las que se hacen las “mosquitas muertas”.