Este capítulo aborda el tema de las transformaciones que ha tenido la lengua kamentsá a través de los años, va desde la época del Shinyac, fuego sagrado donde se comparten los alimentos y se dialoga en la lengua madre, hasta llegar a los tiempos de las nuevas tecnologías con sus consecuencias y posibilidades. Este capítulo pone en escena una familia de la comunidad, allí José, un niño de 8 años, descubre la necesidad de hablar el idioma de sus abuelos y les muestra cómo a través de las aplicaciones de los celulares se está recuperando la lengua. Paralelo a esta puesta en escena, este capítulo plantea diálogos con investigadores y taitas en torno al significado y riesgos que afronta la lengua Kasmentsá.