Este documental muestra el proceso de convivencia y cultura logrado entre la policía comunitaria de Bucaramanga y varios jóvenes delincuentes del sector norte de esta ciudad. La historia comienza con el aumento considerable de atracos a buses en la ruta norte, a pesar de la labor disuasiva que la policía había implementado en los barrios de dicha comuna. Entonces se plantea la posibilidad de hablar con los muchachos para conocer las causas de dicha actitud, su entorno y perfilar las posibles soluciones. Aunque el trabajo no ha sido fácil, sí ha dejado sentadas bases fuertes para que esta comunidad reoriente su conducta delictiva en la construcción de valores. Paralelamente, en la policía ha dejado la convicción de que los métodos basados en la confianza y en el diálogo pueden generar procesos sólidos en la construcción de país.