Teru, proveniente de Santa Cruz de Islote, conocerá a Alejandro, un niño cucuteño que sólo sabe ser feliz. Las bromas, la música, el deporte, los libros y los muchos amigos que tiene, son motivo suficiente para vivir contento en esta ciudad fronteriza del Norte de Santander. Al principio les cuesta relacionarse un poco, pero gracias a su gusto mutuo por el fútbol, se van conociendo y van volviéndose amigos. En este recorrido, Alejandro invita a Teru a cine por primera vez en su vida; también, por primera vez, lo saca del país por la frontera con Venezuela. Y para despedirlo, decide organizar en su honor una original fiesta rodante, a bordo de una tradicional chiva colombiana, algo nunca antes visto por Teru, quien quedará más que sorprendido. La travesía termina aquí, dejando la puerta abierta para que Alejandro pueda continuar muy pronto el juego de La Lleva, visitando algún otro niño de cualquier parte del mundo, dispuesto a dejarlo entrar a su vida como uno a uno, lo han hecho hasta ahora nuestros anfitriones. Hasta pronto, Alejandro. Por ahora, tú eres La Lleva.