No hace mucho tiempo, las mercancías que transitaban por las montañas de Antioquia sólo podían transportarse en mula o, a la vieja usanza de la colonia, a lomo de indio. El río Cauca, el gran afluente del Magdalena, no era del todo navegable y la esperanza de llegar al mar estaba en manos de medios primitivos de transporte. Lo que había más allá de las montañas se convirtió en un sueño colectivo de los antioqueños, que desde el temprano siglo XIX ya ensayaban por otras vías que los llevaran al otro lado de las alturas. Fue esto lo que impulsó la construcción del Túnel de La Quiebra, un hito de la ingeniería en América y Colombia que trajo consigo nuevas formas de comunicación y nuevas maneras de convivencia. Este viaje a la memoria lo hace Germán Carvajal, que además de ser uno de los más grandes trovadores que ha tenido Antioquia, ha manifestado el interés por los orígenes de la identidad antioqueña. Para rastrear si el orgullo paisa tiene que ver con el emprendimiento de grandes obras como la construcción de este túnel, entrevista a la antropóloga María Teresa Arcila, al historiador José María Bravo, al actual rector de la universidad Eafit -Juan Luis Mejía Arango- y a diferentes personajes de la región. Germán recorre de nuevo la ruta que hace ya casi un siglo es una marca de memoria para los antioqueños