En el majestuoso río Amazonas viven pescadores de tres países, son amigos y comparten el río, para la pesca de un extraño pez de forma prehistórica y dura de piel: el Pacamú. Un pez amarillo intenso de grandes barbas. El centro del río es la frontera, pero ellos pueden pescar donde quieran, sólo que unos lo hacen una semana en la noche y los otros en el día. En cada orilla de este mar interior, en las embarcaciones, en los caseríos de pescadores y comunidades indígenas, ondean las banderas de Colombia, Perú y Brasil. Esta mezcla de razas y costumbres hacen del Trapecio Amazónico un interesante punto de encuentro de culturas que se enriquecen unas a otras y hacen del hombre amazónico un ser único y especial.