Inmigrante brasileña que hace 25 años vive en Nueva York. Laura sale todas las noches a las mejores fiestas, va a los restaurantes más caros de la ciudad, se mete en vistas previas de las películas más taquilleras, y, sin embargo, vive en una especie de pensión en Manhattan donde tiene que compartir el baño con otros residentes del piso, en su mayoría inmigrantes ilegales. Sentirse vista y reconocida, en una lucha constante contra el fracaso y el anonimato es la única manera para que Laura siga con vida. La película cuestiona lo que significa el éxito, examina el temor de volver a casa, la presión inconsciente de una familia abandonada en Curitiba, y la creación consciente de una fantasía como una forma de protección.