



Regla Bonora, Cielo Salviolo y Aldana Duhalde fueron las invitadas internacionales que nos acompañaron en Bucaramanga, Cali y Barranquilla. Ellas compartieron con los asistentes de ¡ALHARACA! sus conocimientos, experiencias y prácticas en la investigación, creación y realización de contenidos para niños y niñas en medios audiovisuales y digitales.
Recogemos sus principales aportes organizados en cinco entradas temáticas. Para profundizar, pueden consultar las charlas completas que se dieron en las tres ciudades, en la Experiencia Región.
Trabajar a favor de la infancia desde las políticas públicas o desde la producción de contenidos comunicativos sigue siendo un reto y un compromiso.
Hace 25 años, la Convención sobre los derechos de los niños se hizo ley internacional reuniendo derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Es un tratado de las Naciones Unidas que reconoce, protege y preserva los derechos de las niñas y los niños de todo el mundo para garantizar su desarrollo.
El Artículo 3 de la Convención nos habla del interés superior del niño, es decir siempre que se adopten medidas que involucren a los niños, deben hacer lo que sea mejor, para su desarrollo y bienestar.
El Artículo 6 de la Convención menciona la supervivencia y el desarrollo de los niños y niñas que obligatoriamente deben garantizar todos los gobiernos.
Los Artículos 12, 13, 15 y 17 están relacionados con comunicación y participación. Hablan del derecho a opinar, a que la opinión sea tenida en cuenta cuando algo los afecte, a expresarse libremente, a recibir y difundir información, a asociarse de manera libre y reunirse con otros niños y niñas, a recibir información importante para su bienestar y desarrollo, a través de los diferentes medios.
Los niños no veían la televisión solos, los padres la veían con ellos y eran los que tenían el control.
La oferta a la que accedían los niños y niñas era reducida.
El formato de magazín era el más utilizado. Lo común era ver a un presentador o conductor durante el tiempo que duraba el programa.
Las audiencias infantiles eran pensadas de manera generalizada, no segmentada por edades.
Los niños veían tele, muy difícilmente se entretenían con otras actividades en paralelo.
Hay una gran oferta de contenidos con diferentes formatos. Los niños pueden acceder a 8 o 10 canales. Tienen un acceso a contenidos más directo.
Buscan formatos lúdicos y dramáticos. En los programas los niños tienen un rol activo y protagónico.
Hemos pasado de una sola pantalla a muchas, los chicos saben conectar los diferentes medios: mirar la tele, hacer la tarea y contestar un chat.
Los niños tienen una relación de afecto con los canales, los programas o los personajes. Existe un fuerte vínculo con las pantallas que influencia sus formas de divertirse, comunicarse, entretenerse y aprender.
Los chicos miran canales en función de sus edades. La programación se va fragmentando cada vez más.Más cerca de sus vínculos familiares y de sus deseos:
Tienen relaciones muy estrechas con los hermanos y quieren estar más cerca de sus padres.
Les interesa ser amados como son, sentirse autónomos, capaces de enfrentar desafíos y ser respetados.
Les preocupa menos tratar de encajar con sus pares, que sentirse únicos o diferentes
Dicen sentirse felices, tienen una fuerte imagen de ellos y se consideran buenas personas.
Es necesario desprendernos de todas las certezas que creemos tener sobre la infancia y ser consientes que para relacionarnos con ellos, no tenemos que hacerlo como si fueran un objeto de estudio, con ellos hay que generar vínculos, hay que reconocerlos, escucharlos y respetarlos en sus formas de ser y sentir.
Reconocer el poder y las posibilidades que brinda para la construcción de significados el contacto con otras culturas, otros personas; el contacto con su entorno natural y social; el estimulo para la fantasía y la creación; la elevación de la autoestima.
Los paisajes, los personajes, los formatos, los símbolos culturales, nos permiten contar historias desde una o más identidades. Hay que explorar, arriesgarse, lanzarse sin temores, con pruebas y errores, yendo más allá de eso que creemos es lo que siempre funciona.
Aprovechar los contenedores que ya existen
Nos acostumbramos solo con los conductores contando historias sueltas.
La oferta a la que accedían los niños y niñas era reducida.
Darle la voz a los niños y niñas para que se cuenten como ellos quieren
Quieren mostrarse según sus vidas y sus propias historias.
Ejemplo: Los autorretratos, presentar a su familia, a sus amigos, su casa.
No importa solo el formato, si no lo que vamos a contar con ese formato.
Es necesario apelar a la creatividad para contar las historias con el presupuesto que tenemos, por ejemplo: utilizar muchos personajes y pocos fondos; o más fondos y menos personajes.
Invitar ilustradores, utilizar diferentes técnicas, contar historias corticas, pero bien hechas.
Conocer el espacio que ocupa la comunicación en la vida de los niños; el espacio que ocupan los niños en los medios; las narraciones y protagonistas que se les ofrecen; las formas de mitigar la incidencia de la globalización y las oportunidades para desarrollar contenidos nacionales y regionales de calidad.
Conocer la realidad de los niños en cuanto a su situación social y de acceso a recursos; acceso a la cultura; género y orientación sexual; temas de salud y capacidades diferentes; apropiación de significados.Los comunicadores nos convertimos en agentes del cambio para el desarrollo. ¿Qué papel estamos asumiendo?
Las producciones para niños crean permanentemente mundos, deseos, sueños valores, ideologías. ¿Qué tipo de creaciones estamos generando?
Es necesario producir con un enfoque de derechos para promover valores y pensamiento crítico. ¿Cómo se evidencia el enfoque de derechos en nuestros contenidos para la infancia?
Es importante reflexionar sobre los formatos que estamos ofreciendo. Nuestras audiencias viven una relación muy particular con los medios, audiovisuales y digitales. ¿Hemos logrado identidad en temas, estéticas y formatos?
La TV infantil debe ser un goce para los niños y para quienes la hacemos. Y esa misma TV infantil tiene que dejar huellas, comprometerse, aportar. ¿Qué contenidos infantiles estamos haciendo? ¿Los que queremos nosotros o los que realmente quieren, necesitan y disfrutan los niños?